
La Catrina llegó a acampar,
entre mochilas y mucho afán,
quiso visitar a los scouts,
del norte al sur, y sin ningún "oops."
Llegó primero a Los Mochis,
grupos alegres, siempre en coches,
pero la huesuda les dio un susto,
"¡Vengan aquí, a este arbusto!"
Los Mochis, valientes, no se dejaron,
con su linterna, la iluminaron.
En Guasave, la cosa cambió,
pues el grupo nunca se asustó
La Catrina, entonces, planeó un juego,
de pistas y claves, con mucho ego
."¡Encuéntrame aquí o allá!" gritó,
pero Guasave, ¡la confundió!
Luego en Culiacán se apareció,
los scouts ya sabían qué pasó.
"¡Catrina, tranquila, vamos de campa!",
le dijeron, y la muerte resbala.
La calaca, al ver tanto enredo,
decidió quedarse en su ruedo.
Hasta Mazatlán fue a dar,
a ver si ahí podía ganar.
Pero los scouts, bien preparados,
le dieron la vuelta, bien entrenados.
La Catrina, cansada, se fue al fin,
¡con la provincia sin lograr su fin!
Y así en Sinaloa quedó avisado,
que los scouts siempre están preparados.
Ni la muerte los puede espantar,
pues con valor la supieron enfrentar.